Me gusta mucho Geoinformatics, aparte de ser una revista con gran gusto de diagramación, los contenidos son muy buenos en materia geoespacial. Hoy ha sido anunciada la versión de Abril, de donde he tomado algunos textos remarcados en rojo para motivarles a la suculenta lectura.
En versiones anteriores les hice una reseña, hoy he tomado como tema del post un breve pero muy profundo artículo acerca de la resistencia hacia el cambio que existe en dar el salto hacia las tecnologías open source. Está basado en aquella vieja historia del ratón que estuvo a punto de morir porque su queso se acabó y buscar otra fuente era contra sus principios; simplemente pensaba que “le habían movido su queso”.
Y es que muchas veces quienes se atreven a mencionar las palabras “gpl”, “open source”, “gratuito”, “gnu” o similares tienden a ser vistos como extraterrestres salidos de una cápsula espacial con un ojo en la frente. Estamos tan acostumbrados a ver el logotipo de Windows que todo lo que no corre sobre este dinosaurio pareciera ser complicado, las estadísticas lo demuestran, la gente prefiere el Internet Explorer a Mozilla, para poner un ejemplo. En esta edición de Geoinformatics se continúa hablando de las tecnologías abiertas, en este caso de PostGIS y su capacidad para trabajar con bases de datos, lo que nos parece una buena campaña pues anteriormente habían mostrado a gvSIG y Quantum GIS.
En mis últimos años he realizado pruebas usando programas “no convencionales” como ser Manifold, Microstation, gvSIG e IntelliCAD; los resultados han sido iguales e inclusive mejores pero ello ha causado que me vean como “complicado”. Lo admito, suelo serlo, pero es necesario considerar que en esta vida se debe buscar la innovación, siempre y cuando no sea al extremo tomada de los cabellos; me gusta el editorial de Eric Van Rees cuando insinúa “qué podría estar pensando Google Earth, quizá bajo la superficie”.
Soy consciente, no se cambiará el mundo de PC a Linux en muchos años y quizá nunca, pero lo de tecnologías open source es un tema que está sonando en muchos países con mucha fuerza y a menos que surjan nuevos modelos de negocio que superen las grandes crisis cíclicas, el tiempo nos dará la razón. Si no es así, como decía un entrenador de fútbol, ganamos experiencia.
Un día de estos la gente debe entender que no se puede vivir pirateando AutoCAD, que por allí existe IntelliCAD con un precio mucho más bajo e inclusive QCad a un valor simbólico; por supuesto, si se tiene la plata y el honor hay que comprarle a AutoDesk. También es necesario entender que 300 municipios no pueden pagar una licencia de ArcGIS Server por $35,000, ni siquiera todos la necesitan (o las otras extensiones), pero que es posible hacer lo mismo (o más) con alternativas de uso económico como Manifold, Global Mapper, gvSIG, QGis o Grass. Me gusta una reflexión de James Fee que irónicamente dice “¿El acceso vía ftp es lo mejor que puedes hacer?”
Al final, quizá gastamos tiempo y saliva en hablar de ello, es probable, pero los que intentan nuevas formas de hacer lo mismo a un precio más bajo ganan la ventaja de aprender más por su propia cuenta. Me encanta la insistencia de Geoinformatics en esta edición, por hacer un culto a la intuición autodidacta como una necesidad del hombre.
Que estas tecnologías se popularicen, está en duda.
…por ahora.
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Ah, de paso échenle una mirada a la revista, que habla de:
- El Trimble Juno SC
- Como anda la educación GIS en los centros educativos
- CityGML, un estándar en la práctica
- Buenas prácticas en la implementación de GIS, una nueva publicación de ESRI
- Integración del GIS y GRID en el manejo de desastres