Nada que ver con las nítidas calles de hace dos semanas. Pero pese a los malabares que se deben hacer para no terminar en un precipicio, llevarse un carro que viene contravía o encontrarse un semoviente a media calzada…
Llegar hasta este lugar, sentarse en el mirador y sentir la paz que transmite el sol mientras acaricia la silueta del volcán Pasaquina… vale el riesgo. La zona es deprimida en cuanto a condiciones de vida, el mejor hotel cuesta US$6 la noche, humilde, cálido y humilde. Olvidados por los políticos de oficio, nobles de naturaleza, con valores culturales que no aparecen en los libros de Estudios Sociales, especiales solo por estar allí.
El resto del viaje se resume en las iglesias, de todos los colores y sabores. Recuerdo de hace 500 años, cuando la tradición indígena de los guancascos entre pueblos fue cambiado por las romerías y encuentros de santos patronos… quien sabe cómo y a cuenta de qué.
Cuesta llegar hasta allí hoy, con un carro de doble tracción y con calles balastradas. No digamos cómo sería llevar piedra, cal, arena y mano de obra en tiempos que importar una bestia desde la península era equivalente a traer un BMW.
Un arquitecto diseñaba cada modelo, desde un gabinete, un maestro constructor era exportado hasta el sitio, el resto se encontraba localmente casi de manera gratuita.
Esa parte de la historia se perdió, y se escribió o borró lo que convino al cronista.
Sí… el resto se resume en las iglesias. Traen algo de nostalgia pesimista, en el escrito, pero no en la vida real. Es bueno encontrarse aquí con conocidos, personas que abandonan su comodidad para hacernos quedar bien, técnicos de lo mejor que he cosechado en los últimos años.
Al caer la tarde, cuando el frío cala de nuevo, es satisfactorio sentarse en un corredor con una buena taza de café, reírse de la vida y recordar que lejos de Tweeter, el mundo sigue su camino.
Volver a casa, acostarse sobre el piso de la sala y que los kids se nos tiren encima… compensa cualquier cansancio y nos llena de vida… de nuevo.
Me encanta este articulo g! Las fotos están muy bonitas.
Gracias! No conozco Lempira.
Santa Cruz, Piraera, La Campa, San Manuel Colohete y San Sebastián. Todos municipios del Departamento de Lempira. En Honduras.
De donde son esas iglesias?