Solo es eso, impresionante. Mientras en el oeste de Europa se levantábamos y en América pasábamos lo mejor del sueño, un terremoto de casi 9 grados Richter sacudió Japón cuando allá eran las 3 de la tarde.
Ver los videos de como el agua entra y arrastra casas, vehículos y barcos es único. Se ha dicho que es el más fuerte en 140 años de la historia de Japón, y quinto a nivel mundial. Recordamos los recientes de Chile y Haití, pero el escenario de este es muy distinto.
Es curioso saber que la cifra de muertos es tan baja, aunque seguro crecerá a medida que se midan con más amplitud las zonas dañadas; poblaciones costeras completas pueden haber desaparecido. Llama la atención que en un supermercado, los empleados en lugar de correr a refugiarse bajo una columna, protegen los escaparates para que no se caiga al suelo el producto de su esfuerzo. Una sorprendente cultura de seguridad en las infraestructuras y educación de qué hacer en esos casos.
Falta ver que pasa en el pacífico de América, que ha sido alertado, pues el efecto en las costas se verá varias horas después. Ya se ha conocido que el efecto ha llegado a Hawaii, aunque no parece ser tan escandaloso como lo están haciendo los periodistas y políticos. Pese que son momentos de luto para la humanidad, me he reído buen rato cuando dos periodistas trataban de explicar a que hora llegaría a la costa de Perú, tratando de calcular la cantidad de horas proyectadas, la velocidad que se ha estimado para las olas y la diferencia de horario pues la ola viene en contra del huso horario.
Este mapa refleja las horas estimadas del efecto del remanente del tsunami que llegará a América. vean que en el caso de Chile, está llegando en la madrugada pero ya del día Sábado. Mientras que a Centroamérica entre las 8 y 12 de la noche.