Geofumadas: aquí entre nos

Esta  semana, aparte de estar esperando una nueva niñera para mis hijos, tuve la oportunidad de encontrarme con un amigo del blog que me contactó antes de venir por estas tierras y me manifestó que deseaba una entrevista para fines personales.  Me sentí muy halagado saber que a un par de horas de vuelo me lee y de vez en cuando promueve estas lecturas entre sus alumnos al sur del continente; luego de un par de tazas de café el protocolo terminó y pudimos hablar de temas más humanos.

Con su permiso transmitiré lo más agradable de su conversación, que me hizo reflexionar cuando corría por la tarde mientras mi espalda intentaba sudar en el frío descomunal de esta temporada para bajar las libras que pudo dejar la exquisitez de comidas de mi suegra.

Nuestras metas son similares

El café con sabor a rosquilla nos hizo reír de las locuras de nuestro presidente comiendo melón en la TV, así como del suyo al querer arreglar la crisis hondureña sin siquiera poder resolver la de su gente.

Y es que, en donde estés, fuera de unirnos el término kml, tenemos aspiraciones similares.  Diferimos en criterios morales porque esos cambian con los años y el delta de la zona UTM que nos divide, por lo que no podremos coincidir entre el gusto por tener hijos ahora, gritar al aire nuestras creencias religiosas o el punto de vista social de la izquierda.

Pero todos, queremos superarnos de forma integral, queremos aprender algo nuevo cada día, vender más este año, tener un mejor salario, afrontar nuestros problemas de relación laboral; sea que padezcamos acoso psicológico o tendamos a narcizizar nuestra dicha, al final, todos aspiramos ser menos  dañinos para quienes causan nuestro éxito.

No importa donde estés, la mitad de tus metas serán superadas gracias a tu esfuerzo, la otra mitad dependerá de la oportunidad que le des a otros de ayudarte a mejorar… igual espero yo.

Este blog no se debe a mí. 

Al final, la pregunta que me hizo se repetía como al inicio, quienes más escriben en Geofumadas.  En este par de años he aprendido que los temas deben salir de los lectores, si hay algo educativo en las estadísticas es que se puede saber las inquietudes de los visitantes; por esta razón, es que el contenido de Geofumadas no es más que algo de mi apasionante rutina mezclado con lo que otros andan por allí preguntando.

Significa entonces que este blog se no se debe a su autor, mis preferencias no son el software de marca, pero el 2009 me propuse escribir una cantidad considerable de temas sobre AutoDesk Civil 3D para equilibrar la marcada rutina con Bentley y la demanda existente en los lectores.  Igual razón por la que para 2010 tengo planificado hurgarle las tripas a ArcGIS 9.3 desde una Acer Aspire One.

Las limitantes de la plantilla no las puedo superar, porque prefiero quedarme en Cartesianos que mudarme completamente a mi Geofumadas.com; a cambio, espero mantener los lectores con por amor al contenido.  Pero en el fondo, a diferencia de lo que algunos piensan, la mitad de cosas de las que hablo las he aprendido a medida que escribo, práctica que obliga a investigar… escribo de lo que suele ser rutinario en el trabajo y de lo que no escribo mucho, es que no se mucho (o nada).

Y que gano con el blog

Las utilidades de tener un blog son más allá del reconocimiento, esas cosas, llenarán el desequilibrio de insatisfacción propia y cosas pasajeras por el estilo.  Pero, en 5 años, que posiblemente esta modas conocida como Blogs podrían ser un tema obsoleto, indudablemente me sentiré satisfecho de haber conocido nuevos lugares, nuevos amigos, nuevos tópicos y abierto nuevas oportunidades para los lectores… y para mí.  Pero eso, también es pasajero.

Cuando terminé de correr hoy, me llamó mi esposa y me dijo que parece que ya tenemos niñera, me sentí aliviado porque el lunes terminan mis vacaciones.  Después de rumiar el tema me sentí melancólico, llamé a mis hijos que me acompañaron todo el día y les di ese abrazo que hoy no les había dado.  Esas cosas… son eternas.