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El Ocaso de la Escala

Este es un interesante artículo de Regis Wellausen publicado en la Revista MundoGEO, que nos recuerda lo irreversible de aquellas declaraciones de Catastro2014 planteadas por la FIG hace veinte años, especialmente en la relacionada con la modelización como reemplazo de la cartografía tradicional.

La propuesta de la resolución posicional en sustitución a un paradigma envejecido.

El concepto de escala – la relación entre una medida en planta y su verdadero tamaño en el terreno – es parte del DNA humano desde que las grandes navegaciones propiciaran el dimensionamiento de los mapas a partir del 1.500.  Fundamentadas en el inherente “error gráfico”, las normas técnicas para su producción definen, para cada escala, el error residual que debemos considerar entre la planta y el terreno, en la cotidiana tomada de decisiones durante el empleo de esos documentos.
En Brasil, el Padrón de Exactitud Cartográfica (PEC), que es ahora una simple popularización tardía del Decreto 89.817/1984 destinado específicamente a la aerofotogrametría análoga, establece tres clases de calidad y, una más barata, denominada Clase C (que es la que siempre disponemos), el error residual es de 1,0 milímetros de la escala. Así mismo, cuando se “mide” sobre plantas, nuestro DNA guarda ese error en la memoria y, intuitivamente, el procesador vectorial orgánico que todos pusimos calculo en el margen de error en el terreno. Por ejemplo, si midiésemos con la escala un segmento de entrada con mil metros en una planta 1:10.000, debemos tener cuenta que en terreno encontraríamos entre 990 y 1.010 metros.

el ocaso de la escala
Escala en 1864: detalle de la planta de división de una parcela en el Imperio de Brasil.

 

La Escala Numérica en el Mundo Digital

La gran verdad es que no hacemos más estos proyectos sobre estáticos mapas en papel y tampoco nos preocupa su exacta escala de los productos finales impresos, después nadie más medirá con escalas sobre ellas. Lo que importa es apenas la calidad con que ellos ilustran y/o documentan son nuestros conceptos e ideas. La manipulación de las informaciones espaciales y los productos finales operacionales ya son y serán inexorablemente digitales. En este medio, toda la información – que es forzosamente georreferenciada a un sistema de coordenadas cartesiano – es siempre analítica, lo que nos permite variar libremente su escala con el zoom y seleccionar el absolutismo matemático de cualquier elemento con el magnetismo numérico del comando osnap o equivalente – ¡algo impensable por 500 años!. Por lo tanto, no hay más error recurrente de nuestra precisión visual o de la estabilidad del diseño, fundamentos del error gráfico, ni cuando leemos ni cuando diseñamos. El único erro latente con el que debemos preocuparnos es el recurrente del método productivo de la información espacial utilizada, sea ella vectorial (CAD, GIS) o matricial (Imágenes), más esto no son temas más relacionados con el “error gráfico”.

Resolución Posicional

El término resolución posicional es presentado de las demás “resoluciones” consagradas para imágenes satelitales, tales como la geométrica, la radiométrica, temporal, etc., que fue desenvuelto en la década de los 90 para certificarnos de la precisión cartográfica de las fuerzas extraídas de la videografía digital – producto que antecede a las anteriores imágenes de alta resolución.
La resolución posicional es definida, aquí, como la precisión del georreferenciamiento de la imagen, o sea, la diferencia de la posición (coordenadas) de cualquier fuerza digital en relación a su verdadera posición en el terreno o, más determinantemente hablando, en el desvío-patrón de las diferencias entre los puntos de apoyo utilizados, en la imagen o el terreno. La resolución posicional se aplica con la misma simplicidad para calificar la información vectorial. En un levantamiento topográfico digital, por ejemplo, la resolución posicional del producto final será el desvió patrón de las diferencias entre las coordenadas de elementos, leídas en el software (CAD, por ejemplo) y posteriormente medidas en el campo (con GPS, por ejemplo). Si le interesa para el proyectista y la certeza de que ningún elemento resulte más próximo de 1 metro de los futuros trazados, cuando se localicen, esa es la resolución posicional que deberá especificar el ejecutor del levantamiento. Esa, a su vez, estará libre para escoger el método de ejecución conforme a la tecnología utilizada, más será siempre o exclusivo responsable por la calidad especificada.
Como se concluye, la resolución posicional puede ser utilizada como un parámetro seguro de la calidad cartográfica de la información espacial en medio digital, fundamental para la toma de decisiones de los límites o potenciales de sus aplicaciones. Por otro lado, siendo un parámetro recurrente del método productivo, la resolución posicional resulta intrínseca al producto y sujeta a responsabilidades técnicas de su ejecutor.
Esto viabiliza el registro de una Anotación de Responsabilidades Técnica (ART) y la asegura en su transición y uso de terceros. A cualquier momento, la resolución posicional contratada podrá ser verificada midiéndose en el terreno una muestra de posición de formas o elementos bien definidos. En el momento en que ya disponemos de diversos sensores, produciendo imágenes comerciales de alta resolución y bajo costo, todas con opciones ortorectificadas por Shuttle Radar Topography Mission (SRTM) o Advanced Spaceborne Thermal Emission and Reflection Radiometer / Global Digital Elevation Model (Aster / GDEM), basta georreferenciarlas con técnicas adecuadas para transformarlas en bases cartográficas confiables, capaces de substituir o suplementar los caros y lentos trabajaos de campo, esenciales para las obras y proyectos de ingeniería.

Aplicaciones

Un ejemplo de su importancia y aplicación puede ser observado en la figura. En ella es demostrada, un caso de georreferenciamiento del inmueble rural (ley 10.267/01), las diferencias de las medidas de coordenadas de vértices tipo “P”, obtenidas por el método estático rápido (GPS L1/L2), es la izquierda, y directamente medidas sobre una imagen de alta resolución, la derecha. La imagen de satélite WolrdView2, de 2010, fue georreferenciada con un resultado de una resolución posicional de 1,5 metros, o sea, cualquiera de sus figuras no puede diferir más de un metro y medio de la posición real, que es el límite actualmente aceptado por Incra en la reocupación de puntos. Como se observa, todas las diferencias resultan menores que la precisión específica. La adaptación de la resolución posicional de 1,5 y 2,5 metros, respectivamente, posibilita la diseminación de la aplicación segura del sensor remoto para reducir costo y plazos en la determinación de coordenadas de vértices no monumentados y límites naturales, visibles desde lo alto. El georreferenciamiento profesional de imágenes diferentes, con la misma resolución posicional, resulta estadísticamente en lecturas de coordenadas dentro de los mismos límites y, por lo tanto, un segundo profesional podrá verificar fácilmente las coordenadas del primero. Gana el propietario, que paga un menor precio, gana el profesional, que tiene un menor costo con el mismo lucro; y gana el país, que reduce el plazo y el desarrollo y certificación de millones de propiedades.

el ocaso de la escala
Georreferenciación de inmuebles rurales: vértices “P” a lo largo de la entrada, medidos con GPS L1/L2 (directa) y directamente sobre una imagen WorldView 2 (directa). La imagen posee resolución geométrica de 0,5 metros (observe bueyes sobre la directa) y fue georreferenciada para alcanzar resolución posicional de 1,5 metros.

Diferencias absolutas (metros)
BVC P 0658 – P3 = 0,91
BVP P 0657 – P2 = 0,43
BVC P 0656 – P1 = 0,55

Cuanto a secular escala, es inevitable que ella deje de ser la protagonista de las especificaciones cualitativas de producto cartográficos digitales y pase a ser una coayudante eventual. Es como Google Earth, donde ella está disponible abajo, es directa, si usted “Asciende”, ¿más cuál es su importancia?, que queremos saber, de hecho, cada vez que extraemos una forma, medimos un segmento o obtenemos una coordenada, y cuál es la resolución posicional de sus imágenes, para saber qué podemos hacer con la información extraída. Entre tanto, su concepto y su referencia ciertamente permanecerán en las esquinas de nuestra mente y documentos. Un honroso homenaje a un recurso fundamental por 500 años, que entre tantos méritos trajo a nuestros antepasados y nos ayudó a construir un mejor mundo que ahora disfrutamos.

Un comentario

  1. Muy interesante artículo analizando la utilidad de la escala en este mundo digital de precisión infinita. Francamente, lo veo muy acertado, podría sucribirlo pero, en mi opinión, no creo que la escala deba de dejarse de lado a la hora de producir cualquier información gráfica, cartográfica o planimétrica porque, si bien el producto e incluso sus subproductos son digitales, siempre, antes o después, de una forma o de otra, física o nuevamente en digital, se va a someter el desarrollo a una impresión, y es entonces cuando es necesario aplicar esos conceptos error, apreciación, exactitud, etc.

    ¡Ah! Un placer disfrutar de geofumadas, que me estreno comentando y, bueno, no está demás reconocerlo, ¿no?

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