Dejo el espacio abierto a la reflexión; el espacio de lectura de blogs es corto, por lo que advierto, tendremos que ser un tanto simplistas.
Cuando hablamos de «herramientas GIS libres«, aparecen dos grupos de soldados: una gran mayoría que se hace la pregunta
… y cuáles son esas?
… y existen usuarios de ellas?
En tanto que una minoría se ubica al otro lado del escenario, con respuestas como:
…hago más sin gastar plata
Aquí algunas razones por las que las plataformas libres no están en la moda de la gran mayoría de los usuarios GIS.
1. La curva de aprendizaje.
…pero quién te brinda un curso de GRASS en un país latinoamericano?
No hablo de capacitación para desarrolladores, estos aprenden solos, sin de los operarios comunes y corrientes de análisis espacial, tratamiento de imágenes, conversión de datos raster a vector… esas cosas que GRASS hace muy bien. Seguramente impartir una capacitación de GRASS debe ser muy fácil, apenas de unas 24 horas, pero el círculo viciosos de que hay muy poca demanda de esos cursos hace que las empresas dedicadas a la capacitación no programen jornadas sobre esta temática. No digamos de otros programas libres o gratuitos como gvSIG, Spring, Saga o Jump que son menos conocidos.
De modo que el hecho que la curva de aprendizaje sea muy extendida vuelve caros los usuarios… de la misma manera que Linux es gratis, pero un servicio bien soportado de RedHat cuesta un montón de plata.
2. Es más fácil piratear que aprender
Es claro que ESRI y AutoDesk son populares porque la piratería les ha echado una mano… o un garfio. Si bien son herramientas muy robustas, variadas e indudablemente muy respaldadas por una firma de renombre, una micro o pequeña empresa dedicada al área cartográfica debería invertir al menos $48,000 dólares en productos ESRI solo para echar a andar un departamento de desarrollo de 5 usuarios (ArcGIS, ARCsde, ARC Editor, ARC IMS… sin GIS Server). Así que las plataformas de código libre son un buen atractivo para las empresas dedicadas a desarrollar, pero los operarios comunes y corrientes que solo harán uso de escritorio… se pondrán un parche en el ojo, y gastarán $1,500 online :).
3. Es mejor irse con los más populares que con los mejores.
Esta costumbre la vemos aún a la hora de gastar plata, el usuario sabe que Mac es mejor que PC, que Linux es mejor que Windows, que algunas herramientas CAD son mejores que AutoCAD; de modo que estas plataformas que compiten a lo David y Goliat se quedan en manos de «usuarios selectos» que pagan precios similares.
En tanto que en la competencia entre lo «casi gratis» y lo «costoso», la muralla se vuelve gigantesca, más de alguna vez fui tomado por gentil, por usar Manifold… aunque no es gratis. Así que, usamos herramientas que cuestan $4,000 solo por mantenernos Geek, aunque la mayoría de usuarios no licencian software, sino las empresas.
…en conclusión, vemos que es un mal necesario que existan empresas grandes, cobrando miles de dólares por una licencia para que la demanda de esa tecnología sea sostenible. Y seguirá siendo otro mal necesario, que un grupo continúe peleando desde el lado de el código abierto, aunque la gran mayoría los considerará Nerds.