Con lo que nos ha costado sacar la mesa de dibujo de la oficina… ¿Acaso tendrán que volver los dibujantes a esa posición?
Una pena, que sea la despedida de otro más, Carlos Mendoza. De haber sabido le mando un mensaje para un brindis en honor de cualquier tema de Lennon, en cualquier esquina del zócalo durante mi casualidad con el bicentenario.
Pero en el mundo de los gráficos no necesariamente sucederá así. Para creer que la PC convencional morirá se ocupa separar entre el consumo de información y la producción. O como lo diría el amigo caído de las canarias, levantar la bandera a los alfiles o estar en medio de la infantería.
La PC muere para consumidores de información
Ahora es posible acceder a datos desde diferentes dispositivos, es un desperdicio inclusive hacerlo desde una incómoda –pero correcta– posición en el estudio, hasta colgado de la hamaca con la Wii mientras los hijos se distraen en la TV. Sea por entretenimiento, por ayudar a la niñera en su tarea de Ciencias Sociales, por ver el correo electrónico o las estadísticas del blog; un dedo es suficiente.
Y en nuestro entorno CAD / GIS, el consumo no requiere más que una Acer Aspire para abrir, imprimir, enviar al cañón (datashow), consultar o redlinear usando Bentley Map o gvSIG. En campo, un Mobile Mapper 6 puede desplegar CartoPad y con éste hacer edición para luego volver a gabinete. Así como la TV, nadie ocupa una licencia o programa especial, solo un dispositivo para verlo, con la variante de interactuar.
Sí. Consumir datos no ocupa una GPU, porque casi toda la ciencia de ese quehacer está en los datos (producidos) y en la ligera interacción con con ellos. Sean estos shapefiles, topologías dentro de una base espacial o imaginarios establos virtuales.
No muere para productores
Pero un usuario que trabaja en la edición de video, dibujo CAD o programación GIS definitivamente no podrá soltar su posición convencional frente a un monitor, que solo se ha hecho más plano, ancho y menos pernicioso para los ojos. No por los datos, sino por los procesos que es donde está su negocio, y para esto no se ocupa comodidad.
Es probable que el diseñador gráfico sí se sienta cómodo con un lápiz en la mano, a la antigua sobre una pantalla Wacom. Pero dudo que podamos volver a inclinar a un dibujante sobre una mesa, con lo que costó sacarlo de allí y convencerlo a tirar la regla paralela y borrador giratorio.
Sí creo que los dispositivos de interacción y almacenamiento local cambiarán, como el disco duro y el obsoleto ratón que es un literal dinosaurio de 20 años con sus dos botones al frente; apenas cambió su bola entre las piernas por una brillante luz que nace desde su cuello uterino. Esos juguetes que hacen maniobras 3D podrán avanzar más, así como la chata pantalla que podrá hacer fotogrametría en tiempo real con lo que hasta ahora llamamos modelos 3D, pero que siguen siendo representaciones 2D. Y con la transaccionalidad, el componente tiempo sumará para que operemos en 4 dimensiones, como en el mundo real.
Pero desde ejecutar una línea gdi export con el fósil Geographics hasta una rutina limpia con Pyton, van a necesitar de un equipo que sea capaz de hacernos sentir seguros que estamos produciendo nuevo contenido. Así como la TV, el consumo será light, pero la producción seguirá siendo un arte convencional. Los procesos, no los datos. Así que una oficina de cartografía por mucho tiempo seguirá teniendo un jefe que navega con aparato ligero, con teclado holográfico y monitor colgado en su retina; para supervisar procesos en sus días ocupados y mantener al día su podcast los flojos.
Pero en los cubículos, siempre habrá cinco chavos en posición marsupial operando una PC para hacer líneas a partir de escaneo laser en tiempo real.
___________________________________________________
Y para seguir a Carlos, habrá que esperar que se coloque de nuevo en posición fetal. ¡Si manches!