Justo en estos días que la Ley SOPA nos tiene revueltos, es hasta delicado herir susceptibilidades con el asunto de hasta donde llegan los derechos de la propiedad intelectual y donde inician los derechos de la privacidad individual o gestión del conocimiento colectivo.
Es probable que a una generación abajo de los 20 años lo que más les preocupa es que Facebook les vaya a cerrar su perfil, y a otros quizá no les vaya ni les venga. Pero cuando se escuchan posturas de gigantes de Internet como Facebook, Google, Wikipedia amenazando con generar un apagón en protesta… entonces nos metemos a tratar de entender cual es el pelo de la SOPA.
En la generalidad, nadie pone en duda que el uso ilegal de programas o música que a alguien le costó producir es un delito blanco y negro. Me recuerdo el coraje que tuve cuando un maestro me pidió que le autorizara usar un libro que escribí como texto de clases en la materia de Redacción; me sentí muy honrado que no cabía cuando me invitó a impartir una charla en una de sus sesiones. Pero toda mi emoción se vino abajo cuando vi que todos los estudiantes tenían un manojo de hojas fotocopiadas, que les había vendido el catedrático por US$ 1.20, en lugar de promover la compra de uno en la librería que apenas andaba por los 3 dólares. No gastó un cinco en fotocopias porque el servicio estaba a su disposición.
Impartí mi charla, les expliqué que escribir en formato impreso en estos días es un acto de altruismo, les animé a poner en práctica su curso de redacción y me retiré con ganas de buscar una navaja y cortarme las venas. Ja, estoy exagerando, no culminé el acto porque en la entrada una estudiante me pidió que le autografiara las fotocopias XD. Cuando hice cuentas, entre sus 25 alumnos el teacher se agenció 30 dólares, de los que no vi un centavo porque aún el ejemplar que le facilité con un emotiva dedicatoria fue regalado…
Para colmo, los alumnos estaban pagando por su curso de redacción cerca de 140 dólares. Digo, por ese monto fácilmente hubieran comprado un libro que apenas llegaba a 3 dólares…
Ja, el fin de esta romántica y frustrante historia es el mismo que persigue quien produce contenido propio, en el que invierte tiempo, dinero y sobre todo conocimiento. Es injusto que otro venga, lo pida copiado a su colega y para colmo lo suba a Megaupload para descarga gratuita.
Honestamente creo que quien no tiene la plata para comprarse ArcGIS, debe comprarse Manifold GIS que vale menos de 300 dólares y se paga con un primer trabajo decentemente cobrado, si aún así no tiene eso pues allí está Quantum GIS o gvSIG que hacen lo mismo. El negocio no está en el software sino en la capacidad de producir servicios con el conocimiento que se ha adquirido.
El gráfico que muestro es mucho poco menos que fatal. muestra lo difícil que es reducir el uso de software ilegal en los países en vías de desarrollo.
Vean como en Latinoamérica sobresale Chile con «apenas» un 62% de software pirateado en 2010, habiéndose reducido del 68% en 5 años; al igual se ve aceptable el avance de Colombia y Brasil. Digo aceptable de forma relativa aunque dos de cada 5 licencias de NOD32 (que vale 40 dólares) son ilegales.
Mientras que Venezuela en lugar de reducirse aumentó del 86% al 88%; lo que significa que por cada 10 licencias de AutoCAD que hay en aquel país, solo una es legal. Simplemente terrible para una empresa que quiere invertir en desarrollo de software, y pese a los esfuerzos estatales en el cono sur por migrar del software privativo al libre.
En el caso de Europa de Oeste, el peor de los casos es Islandia, donde se presenta un 49%, España / Portugal andan por el 40%, que es ya menos, pero más sorprendente casos como Austria con apenas 24% quitándole méritos a Luxemburgo (20%) por la particularidad de su tamaño pero regresándoselos teniendo en cuenta que son los porcentajes hasta donde han llegado países como Estados Unidos y Japón.
Para quienes quieran ver el documento completo publicado en Mayo de 2011, con cifras de todos los países, inclusive unos mapas para verlo tematizado por país, pueden verlo en este enlace:
http://portal.bsa.org/globalpiracy2010/downloads/study_pdf/2010_BSA_Piracy_Study-Standard.pdf
BSA es la alianza en que están asociadas las más importantes empresas en el desarrollo de software, entre ellas Bentley Systems, AutoDesk, Solid Works, Apple, Corel y Adobe.
Así que si por el uso ilegal de software se tratara, que mejor que los estados obligaran a las empresas y profesionales a brindar servicios de calidad, incluyendo el respeto de los derechos de otros; así como ellos esperan que se les respete el derecho por los diseños y planos que elaboran. Reportar la piratería es apoyar las iniciativas individuales.
El pelo de la SOPA
El lado malo de la ley SOPA, es el extremo nivel de control al que se puede llegar en materia de derechos individuales. Para poner un ejemplo:
- Un chico pone un blog en Blogger, y en éste cita un lugar desde donde se puede descargar programas ilegales. La ley facultaría yobligaría a Google no solo para que revele los datos y contactos de esa cuenta, sino que puede ser cerrado Google Blogs (antes Blogger) por completo.
- Eso en el caso de un chico inocente que lo hizo a propósito, pero pensemos en foros, donde muchos opinan, cuestionan, sugieren, critican o enlazan. Estos espacios ahora juegan un papel importante en la democratización del conocimiento (GabrielOrtiz.com y Cartesia.org para poner ejemplos). Por falta de capacidad en la moderación de contenidos el dueño del sitio podría perder el derecho a su dominio, a su contenido propio, a su cuenta de Paypal y hasta a su correo electrónico si está bajo el mismo dominio.
Lo sé, es exagerar un poco y sería un abuso… pero de abusos está lleno el mundo cuando se trata grandes intereses económicos. También es desagradable la imposición de quienes promueven esto para que países sigan sus lineamientos so pena de ser afectados económicamente; igual la forma como en algunos países las empresas privadas se asocian para hacer gastar al estado miles de dólares en programas que ni siquiera saben los políticos para que sirven… pero esos ya son asuntos maritales tan increíbles como las conspiraciones del nuevo orden como el chico que vendió 20 millones en copias ilegales de AutoCAD en BuyUSA.com.
El otro problema podría ser en la arremetida que estas empresas podrían hacer en base a este derecho contra iniciativas colectivas como el Software Libre. Si bien hasta ahora no han pasado de boicotear acreditándole falta de calidad, con unos cuantos congresistas (varios de los miembros del BSA son de ese entorno) podrían demostrar que el Open Source violenta las iniciativas de emprendimiento individual. Cosillas que el Open Source debe cuidar, pues en sus manos está un producto intelectual que vale millones, pero que no es de nadie sino de todos, ni nadie podría defender si un día le cierran la fuente de donaciones, sitio de hospedaje o inclusive la fuente de financiamiento.
Mientras todo pasa, hay que acostumbrarse que en nuestras empresas se use software de forma legal (que es bueno para todos); total hacemos negocios con las capacidades que éste nos da. Si no da más, allí hay programas de bajo costo o licenciamiento libre.
Y esperar que alguien proponga hardware Open Source, así cada quien baja de Internet un teodolito para hacer sus mediciones mientras se da de alta como autónomo.