Desde su introducción en la industria de la publicidad, la geolocalización se ha convertido en un concepto de moda, siendo percibida como una de las principales ventajas de los dispositivos móviles, en comparación con los PCs, en opinión de los anunciantes.
Sin embargo, se discute sobre el tema de la privacidad que, según algunos, se está viendo afectada con la geolocalización misma. Más adelante, nos referiremos someramente a este respecto.
El uso de la geolocalización en el marketing móvil
Una de las oportunidades que brinda el marketing móvil, radica en que las marcas pueden utilizar la tecnología de geolocalización, para llegar a los usuarios con mensajes oportunos sobre sus propios dispositivos. El objetivo final, es atraer clientes a la marca para cerrar las ventas. Sin embargo, es conveniente precisar que la geolocalización ha tardado en despegar.
No obstante, existen algunos factores que han redundado en beneficio de su posicionamiento, cada vez más visible:
- El auge de las aplicaciones: tradicionalmente, la información basada en la ubicación no era algo compartido con facilidad o regularidad.
El incremento en el uso de aplicaciones móviles y, además, el aumento en el número de apps que utilizan la información de ubicación para operar (los restaurantes locales a través de Google maps, por ejemplo), han dado lugar a que los usuarios, cada vez más, estén dispuestos a compartir ese detalle.
Ahora, es mucho más fácil para los usuarios activar o desactivar la función de compartir la ubicación, lo que, a menudo, basta con un solo clic. Se trata de una comodidad que ha redundado en que el inventario de publicidad geolocalizada, crezca significativamente.
- Geomarketing en tiempo real: los mercados en tiempo real, se han traducido en una mayor agregación de diferentes tipos de inventario con unos intercambios de anuncios, como puerta de entrada a la mayoría anuncios in-App.
Gracias a estos dos factores (el auge de las aplicaciones y el geomarketing en tiempo real), ahora es posible poner en marcha campañas basadas en la geolocalización, lo suficientemente grandes como para conseguir más efectividad en la publicidad.
Los usuarios pueden, ahora, recibir de manera natural, las campañas de publicidad que tengan en cuenta su ubicación, mientras navegan a través de aplicaciones.
¿La geolocalización está afectando la privacidad?
Las personas, hoy en día, usan las nuevas herramientas que pueden mostrar sus ubicaciones y, además, pueden tomar fotografías, en tiempo real, de lo que hacen, piensan y/o necesitan. Sin embargo y según la opinión de algunos, la geolocalización está invadiendo el sagrado derecho a la privacidad, también llamado “derecho a la intimidad”.
Claro está, que existen aplicaciones, como Google Earth, que sólo sirven de guía y, no necesariamente, la invaden.
De todas maneras, el debate sigue en pie en lo que respecta a la geolocalización y su potencial capacidad de perjudicar a los usuarios, al estárseles invadiendo su privacidad, según los resultados de algunos estudios en los que se revela su preocupación por no poder disfrutar de dicha privacidad.
Los resultados de algunas investigaciones, revelan que más de la mitad de las personas con dispositivos móviles con geolocalización, se preocupan por la pérdida de la privacidad, por el uso de sus funciones de intercambio de ubicación.
Durante uno de los estudios, específicamente el adelantado por la empresa de seguridad Webroot, se entrevistaron a 1.500 propietarios de dispositivos con capacidades de geolocalización, incluyendo 624 personas en el Reino Unido.
Factores de riesgo de la geolocalización
Una de las situaciones que denotan el impacto de la aplicación sobre los usuarios, consiste en que todo el tiempo están revelando su ubicación, lo que hacen, lo que compran y, por poco, anuncian que están en el cajero sacando dinero, aunque no faltarán quienes lo hagan.
Pero según los expertos, no se trata de los programas o hardware, sino de los usuarios en sí, pues son ellos los que deben tomar conciencia de los datos que allí arrojan y del impacto que estos pueden generar sobre sus vidas.
Y esto no solo sucede con geolocalización sino, también, con otros medios que permiten el uso de información, que debería ser más personal e íntima. Así como se tardó y aún sigue en proceso la educación para el uso de Facebook, así mismo podría ser con este sistema de localización geográfica.
Esta es, precisamente, la preocupación actual, pues muchas personas desconocen las implicaciones de estos servicios, cuántas personas saben que las imágenes que están tomando deberían ser publicadas, como una casa nueva, con todo y su dirección.
Todo se reduce a que, antes de divulgar todo lo que se hace, lo verdaderamente importante es la seguridad de cada persona (usuaria de la geolocalización), de cara a evitar situaciones complejas que se pueden evitar, verdaderamente. Es posible, entonces, salvaguardar la seguridad protegiendo la privacidad.