Le diré algo que seguramente ya sospecha: la interfaz de Autocad se puede adaptar de diversas maneras para personalizar su uso. Por ejemplo, podemos modificar el botón derecho del ratón para que ya no aparezca el menú contextual, podemos cambiar el tamaño del cursor o los colores en pantalla. Sin embargo, esta es una de esas posibilidades paradójicas, ya que si bien muchos cambios son posibles, generalmente la configuración predeterminada funciona muy bien para la gran mayoría de los usuarios. Así que a menos que quiera que el programa tenga un funcionamiento muy particular, lo que nosotros le sugerimos es que lo deje como está. De cualquier modo, revisemos el procedimiento para hacer cambios.
El menú de la aplicación contiene un botón llamado “Opciones”, el cual abre un cuadro de diálogo donde podemos modificar no sólo la apariencia de Autocad, sino también muchos otros parámetros de funcionamiento.
La ceja “Visual”, tiene 6 secciones directamente relacionadas con la visualización en pantalla de los objetos que dibujemos. La primera sección tiene una serie de elementos de la ventana de la interfaz que son opcionales. De dicha lista, es recomendable desactivar las barras de desplazamiento vertical y horizontal, ya que las herramientas de “Zoom” que estudiaremos en el capítulo correspondiente hacen innecesarias dichas barras. A su vez, la opción “Mostrar menú de pantalla” tampoco es recomendable, ya que se trata de un menú heredado de versiones anteriores de Autocad que no utilizaremos en este texto. Tampoco tiene mucho sentido cambiar el tipo de letra de la “Ventana de comandos”, lo cual puede modificarse con el botón “Tipos…”.
Por su parte, el botón “Colores…” nos abre un cuadro de diálogo que nos permite modificar la combinación de colores de la interfaz de Autocad.
Como ya pudo observar, el color oscuro del área de dibujo de Autocad hace que el contraste con las líneas dibujadas sea muy alto, aun cuando las dibujemos con colores distintos al blanco. El cursor y otros elementos que aparecen en el área de dibujo (como las líneas de rastreo que se estudiarán más adelante), también tienen un contraste muy claro cuando usamos el negro como fondo. Así que, de nueva cuenta, sugerimos utilizar los colores por defecto del programa, aunque usted puede modificarlos libremente, por supuesto.
Otro ejemplo de cambio en la interfaz de pantalla de Autocad es el tamaño del cursor. La barra de desplazamiento del mismo cuadro de diálogo permite modificarlo. Su valor predeterminado es 5.
Por su parte, el lector recordará en los ejemplos que hemos presentado que cuando la ventana de comandos le pedía seleccionar un objeto, aparecía un pequeño cuadro en lugar del cursor común. Se trata, precisamente, de la caja de selección, cuyo tamaño también es modificable, pero esta vez en la ficha “Selección” del cuadro de diálogo “Opciones” que estamos revisando:
El problema aquí es que una caja de selección muy grande no permite discernir con claridad qué objeto se está seleccionando cuando hay muchos objetos en pantalla. A la inversa, una caja de selección muy pequeña dificulta la señalización de los objetos. ¿Conclusión? De nueva cuenta, déjela como está.
Si toda nuestra apología acerca de que no es conveniente realizar cambios a la interfaz y al funcionamiento de Autocad lo convence, entonces, al menos, recurra a la ceja “Perfil” del cuadro de diálogo, que le permite fundamentalmente 2 cosas: 1) guardar esos cambios bajo un determinado nombre, para que sea un perfil de configuración personalizada que usted pueda usar. Esto es muy útil cuando varios usuarios utilizan la misma máquina y cada uno prefiere determinada configuración. Así cada usuario puede grabar su perfil y leerlo cuando utilice Autocad. Y, 2) Con esta ceja puede devolver a Autocad todos sus parámetros originales, como si no hubiera realizado ningún cambio.